Camané Park

Llevaba tiempo sin publicar un reportaje. Ha sido una época de fotos diferentes. Fotos que, muchos de los que me rodean, llaman imágenes «normales».

Os dejo con mi segundo reportaje fuera del país y mi primer parque de atracciones abandonado. Un lugar sin grandes muestras de vandalismo.

Nada más llegar desistimos en la idea de entrar por la persistente lluvia. Fue al día siguiente, cuando pudimos hacerlo. La luz baja del sol daba de lleno en las pocas atracciones que quedaban, intensificando aún más los vivos colores con los que estaban pintadas. Tanto en las atracciones, como en los edificios de oficinas y vestuarios, se jugaba mucho con los colores. Sin embargo, en la gran mayoría de las fotos he querido hacer todo lo contrario, desaturarlos, apagarlos. Visualmente lo he encontrado más atractivo, aunque la idea original era todo lo contrario. He tenido que duplicar el reportaje ya terminado y volver a repetir, una por una, el proceso de edición. Ese color tan intenso restaba protagonismo a la propia imagen.

Rápidamente nuestros compañeros de exploración dan con el punto de entrada al parque. Como es normal en nuestras quedadas, sin forzar ni romper absolutamente nada.

Primeras fotos. Una vez dentro, observo las dimensiones del espacio que vamos a fotografiar.

Es evidente que la moderna arquitectura de las oficinas, vestuarios y lavabos, no se corresponde con las atracciones, bastante obsoletas y anticuadas.

Vamos caminando y encontramos el famoso punto de venta de tickets. Es el mismo que siempre hemos recordado en nuestra infancia. Cual es la típica caseta de cualquier parque de atracciones? Esta!

Las primeras horas de la mañana son las mejores para experimentar con los contraluces. Formas y siluetas aparecen delante del objetivo de mi cámara.

La inmensa atalaya, donde se hacía puenting y los amplios parasoles de otra atracción, ofrecen una visión diferente fotografiándolos de esta manera.

Me muevo tan sólo un poco, con el sol a mi espalda, y la imagen cambia por completo.

Se nos hace un tanto extraño estar en un recinto pensado en el ocio, en la diversión. Normalmente ocupado por familias enteras. Esos niños corriendo arriba y abajo, pensando en cual va a ser la próxima atracción a la que van a subir. Gritos, voces, risas…música… La realidad es bien distinta. Nuestros comentarios y el «click» de las cámaras rompen de alguna manera el silencio más absoluto.

Qué no puede faltar en cualquier parque? La montaña rusa.

Primeras fotografías.

Me llama poderosamente la atención el entramado metálico que conforma la estructura de esta gigantesca mole de tubos de acero.

Antes de dejar Camané Park realizó las últimas fotografías. El punto final del reportaje es subir, por unas interminables escaleras, a la parte más alta de la atalaya.

Desde lo alto, a vista de pájaro, nos hacemos una idea de las dimensiones reales del parque. A medida que nos acercamos a la barandilla, la sensación de vértigo es cada vez más acusada. Me detengo un momento y pienso en las fuertes sensaciones que podían experimentar los que se lanzaban al vacío. Ufff, no sé si podría…

Para terminar, os muestro unas imágenes con el parque de atracciones en pleno funcionamiento. Por lo que parece era en verano la época que atraía a mayor número de visitantes. Me imagino que por su gran piscina y la amplia superficie de césped donde tomar el sol.

También era un gran reclamo para jóvenes y adultos la gran estructura metálica donde se realizaba puenting y escalada.

Viendo fotos en internet muchas de las atracciones, como por ejemplo los auto de choque, fueron desmontadas y trasladadas seguramente a otros parques o ferias. Como curiosidad, la montaña rusa aparece en poquísimas fotos. Es como si hubiese sido montada en el último año de vida del parque.

Qué produjo su cierre? Exactamente no lo sabemos. Supongo que esta maldita crisis. Me imagino que después de una fuerte inversión, los números no acompañaban. Un parque más pensado para época estival, muy difícil que aguante el resto del año, siendo además un espacio muy limitado en superficie y en oferta de diversión.

Podéis ver el mismo parque pero bajo otro punto de vista. Otra forma de explicar una historia, un lugar. A mi personalmente me ha encantado.