Llegamos una fría mañana de invierno, mientras aparcábamos el coche el sol poco a poco nos daba tímidamente la bienvenida. Las numerosas casas de la colonia donde vivieron los trabajadores de la textil, parecía esperarnos.
Cogimos nuestro equipo y nos dirigimos a ella. El frío en el interior de cada estancia era muy intenso, por eso decido buscar las habitaciones exteriores, donde los rayos de sol se colaban por las ventanas.
Lo que más me llamaba la atención nada más entrar fué la textura y el colorido del papel que decora las diferentes habitaciones, la pintura resquebrajada en puertas y paredes. Van a ser muchas fotos de detalle, fotografiando todo ese color, fotografiando la vieja pintura que se desprende de la añeja madera en esas frías y húmedas paredes.
Como siempre, despliego el trípode, monto la cámara y empiezo a fotografiar.
Podéis ver las fotografías a mayor resolución clickando directamente sobre ellas.
Doy por concluida mi visita a la planta superior, bajo por las escaleras y sigo fotografiando diferentes salas.
En la segunda parte de esta colonia os mostraré la fábrica, espero que os haya gustado.