Fue un abandono inesperado, de aquellos que no andas buscando. Una sorpresa que encontramos una fría mañana de abril.
Horas al volante, una mirada en lo alto de un puerto de montaña y …..efectivamente, aquel conjunto de casas que divisaba en la lejanía parecían abandonadas. Nos acercamos y descubrimos una pequeña colonia de lo que fue antaño talleres de trabajadores del sector minero. Nos dispusimos a fotografiar rápidamente pues nuestro objetivo real era otro. La fábrica del silencio.
La segunda vez que estuve allí, ya sin prisas pude realizar otras tomas mas calmadas. Algunas sorpresa. El camión ya había desaparecido, las luces del verano eran otras, las sombras en mis encuadres eran diferentes. A pesar de ello no hice muchas fotos pues el lugar no daba para mucho mas. Aquí las tenéis.
En una de las salas aún existía una vieja maquina utilizada para cortar pequeños cubos de mármol con los que se hacía la base de diferentes trofeos.
Holaa, muy buen descubrimiento y buenas fotos.
Saludos desde Lanzarote 😀